La carta perdida
El 17 de Agosto de 1850, Mercedes se levantó bien tempranito y dejó sobre el escritorio de su padre una carta, esperando que la lea. Pero él, lamentablemente muere antes de hacerlo.
La carta decía:
Boulogne Sur Mer - Francia
17 de Agosto de 1850
Querido Tata:
Sé que desde que naciste, ese 25 de febrero de 1778, tu vida no fue fácil. Eres una excelente persona, inteligente, optimista, perseverante, precavido, solidario y especialmente fuerte y valiente.
Libraste, lo que ahora, son tres hermosas naciones: Argentina, Chile y Perú.
Reconozco tu capacidad de estratega para la liberación de este Continente, tu valor en el cruce de los Andes, en el que la ayuda de tu pueblo que te reconoció; lo dió todo: ropa, mulas, combatientes eclavos en busca de su libertad. Tu sueño también, aquel que en ese cruce empezaba a cumplirse; librar a la América toda.
Quiero que sepas, que estoy orgullosa de vos, en especial porque tu esfurzo fue reconocido por el pueblo, así no por los gobiernos.
Te nombraron gobernador de Cuyo, protector del Perú; pero no solo por eso sino también por no obedecer al Directorio y no derramar como militar, ni una gota de sangre de aquellos que llamabas hermanos.
Renunciaste a tus cargos por críticas adversas, te atribuyeron aspiraciones de mando y te difamaron...pero nada de eso me importó, tus ideales son mi orgullo y tu conducta mi ejemplo.
No fue fácil llegar a Boulogne, el paso por Londres y Bruselas. Recuerdo cuando un tiempo después viendo como estaba la Patria, intentaste volver para ayudar y la disilución fue mayor al ver su descomposición, ahora era entre unitarios y federales. Tu patria estaba tan enfrentada, que decidiste no desembarcar y apoyé tu decisión.
Hoy, estamos residiendo aquí. En el futuro, te recordarán como el Padre de la Patria, pero para mi sos más que eso, sos un hombre que con sus sueños e ideales lideró el camino de un continente con un único objetivo; ser libre y sobranos.
Lo espero para desayunar juntos.
Lo quiere su hija Mercedes.